Bueno, pues esta semana pasada fui a la consulta de la clínica de estética. Quería informarme sobre los tratamientos faciales y los corporales.
Para mi sorpresa la chica que me atendió, que era una simple esteticista, prácticamente me dijo que para quitar la flaccidez no había nada. ¡Y eso que lo ponen en todas los impresos de publicidad de todas las clínicas!
La chica también me preguntó si hacía deporte y le dije que sí, que pesados son con lo del deporte, ya se que si me dedico a hacer deporte como una atleta de élite me quedaría sin un microgramo de grasa y estaría fuerte y sin celulitis. Pero para eso hay que dedicar tu vida al deporte, y sinceramente no es mi vocación.
Le dije que mi intención era saber si ahora que había nuevos tratamientos y máquinas (radiofrecuencia, cavitación, accent), podría quitarme o mejorar la flaccidez celulítica que ya se ha apoderado de todo mi cuerpo.
En definitiva, me dieron largas y pasaron de mí, y eso que estaba dispuesta a gastarme la pasta. No se si me vieron pinta de reportera con cámara oculta porque sinceramente se comportaron un poco raras.
Después entró otra chica para mirarme la cara para las infiltraciones (la misma que estaba en la puerta), y me dijo que para la frente sólo funcionaba el botox y el hialurónico para las arrugas de la boca.
Por último me dieron precio en la entrada, bastante caro por cierto, más o menos igual que una clínica conocida de Madrid, en la que si me atendió un médico.
Mi conclusión es que no me gustó nada, que es un salón de belleza (más bien pequeño) que no vale para más nada que hacerse alguna limpieza de cutis.
La semana que viene tengo otra cita, en otra clínica, esta tiene mejor pinta de tamaño y atención, y dicen que siempre atiende un médico.
Ya os contaré el resultado.
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