Un análisis basado en la experiencia del rendimiento real de los tratamientos de estética y belleza

martes, 4 de septiembre de 2012

Vello si ... vello no


Hola a tod@s,

Hace un tiempo leí un artículo en el país digital sobre la obligación social que tenemos las mujeres de eliminar el vello corporal. 

La periodista Emmer O'Toole de 28 años dejó de depilarse hace 2 años por un experimento, pero una vez finalizado decidió no volver a quitarse el vello corporal. La razón: Ella y su generación, a diferencia de la de su madre, nunca tuvo la opción de elegir si quería dejar o no el vello en su cuerpo. 

La industria de la belleza es económicamente muy rentable y en ella son numerosos los tratamientos que luchan contra características inherentes del cuerpo femenino. ¿Qué podría haber más rentable que obligarte a eliminar algo que irremediablemente vuelve a crecer?

Sin embargo cada época tiene un modelo de belleza, y este modelo surge como consecuencia de numerosos y complejamente imbricados elementos que conforman nuestra sociedad y el momento histórico que vivimos.

Cuando yo era muy pequeña, en los 80 y en mi ciudad natal, las mujeres no se llevaban tan altas y delgadas como yo, mi estilo no gustaba, se prefería una mujer con pechos exuberantes y curvas, que no fuera demasiado alta y tampoco excesivamente lista... es decir la estética de Marilyn y los 50. Ya, ya... la España profunda que iba con un poco de retraso. En los 90, ya más incorporados a la historia universal, la estética imperante empezó a coincidir más con mi aspecto.

Los nuevos tratamientos con láser para eliminar el vello son realmente efectivos, la calidad de la piel mejora muchísimo ya que no estamos torturándola con ceras o con máquinas infernales que sacan el pelo de raíz. Y es que esa era la única forma de ir disminuyendo el vello, o al menos no aumentándolo, pero traía consigo los desagradables bultitos y/o vellitos infectados. 

Sin embargo, y aunque el láser te permite ir mucho menos al centro estético de turno, y entre una visita y otra puedes quitarte el vello con cuchilla, (mucho más rápido y mejor para la piel), estos tratamientos se alejan bastante de aquella depilación definitiva que nos vendían al principio de su comercialización.

Para Emmer O'Toole quitarse el vello es producto de la industria de la belleza, pues se nos enseña desde pequeñas que las cosas que pasan en el cuerpo cuando se llega a la pubertad son antiestéticas y deben ser eliminadas.

Hay muchas culturas en las que el vello en las mujeres se ha considerado antiestético y se ha eliminado, y en muchas sociedades tradicionales ha constituido incluso una excusa para la reunión social femenina. No podemos decir que es sólo producto de la sociedad de consumo actual, pero si podemos asegurar que hoy su imposición, como la del resto de los cánones, es más universal y obligada que nunca.

Y el vello es sólo uno de tantos aspectos a eliminar en esa lucha constante con lo que irremediablemente va a ocurrir. La celulitis es la forma natural de acumulación de la grasa en la mujer, y a partir de la edad adulta la presenta irremediablemente, como bien nos muestra Rubens, que tan obsesionado estuvo por representar la piel femenina con la mayor precisión y exactitud posible, y cuyas carnaciones pictóricas han constituido una de las más preciadas características de su pintura.

Y de la estética del Barroco en que los pintores anhelaban representar la piel humana en sus obras, y cuyo objetivo era evitar la fría imagen de la piel sin arrugas, sin textura, y sin vida, a la lucha constante en el siglo XXI por tener físicamente una piel de photoshop, de personaje de videojuego, tersa, plástica, brillante, como pintada.

Del ser humano representado a la propia representación que cobra vida mediante implantes, injertos, dietas, toxinas y ácidos. ¿Con cual te quedas?

lunes, 3 de septiembre de 2012

Vuelta del verano


Hola a tod@s

Después de los dos meses de verano he conseguido mantenerme en mis 56,5 kg. Estuve en consolidación aproximadamente un mes, pero como seguía perdiendo y llegué a ver el 55 en la báscula, decidí poner fin a la dieta y pasar a la estabilización, fase que se debe mantener para siempre. En mi caso no estoy siguiendo la dieta Dukan sino que continúo con la que era mi forma habitual de comer, a excepción de varios cambios:

* He anulado los dulces: ya sólo como dulces hechos por mí sin azúcar, a excepción de una vez por semana que me permito comer alguno con azúcar.
* He reducido la ingesta de vino, alcohol y cócteles a una vez por semana. Eso sí, ese día me tomo más de una copa.
* He incrementado la ingesta de proteínas porque al realizar esta dieta descubrí que yo comía poca cantidad. Con la dieta me di cuenta que al hacer deporte me resultaba mucho más efectivo que antes, y esto se debe al incremento de las proteínas. La cantidad recomendada por nutricionistas es del 6%.
* He reducido el consumo de verduras porque al hacer la dieta descubrí que eran ellas las que me producían los problemas digestivos. Me sientan fatal a pesar de que me encantan.
* He reducido el consumo de arroz a 1 o 2 veces por semana. El arroz me encanta y yo prácticamente lo comía en casi todas las comidas, como hacen los asiáticos.

En lo demás mis hábitos de alimentación son muy parecidos a los que recomienda la dieta Dukan para la fase de estabilización.